Qué es y cómo podemos combatir la obesidad infantil
Muchas veces hemos relacionado gordura con salud. Cuando vemos un niño “regordete” pensamos y decimos: “Mira qué guapo, está para comérselo”. Y también que es signo que el pequeño se encuentra sano.
A veces pensamos que será algo transitorio y según vaya desarrollándose desaparecerá. En algunos casos puede que sea así pero en otros nos indica obesidad infantil y según vaya creciendo, en caso de no tomar medidas, puede desembocar en obesidad adulta. Ésta es una enfermedad crónica en la que intervienen factores genéticos y ambientales.
Esta enfermedad empieza entre los seis meses y los siete años de vida con un 40% de afectados y para los que empezaron entre los diez a trece años es de un 70%.
La obesidad significa tener demasiada grasa corporal. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) está enfermedad es cada vez mayor y predomina más en países en vías de desarrollo. En los niños la grasa se encuentra bajo la piel al contrario que adolescentes y adultos que se halla en el interior del abdomen.
La obesidad infantil no se mide igual que la del adulto. La de éste se mide por el Índice de Masa Corporal (IMC), mientras que la infantil se traslada a una tabla de percentiles y se tiene en cuenta la edad y el desarrollo, con unos puntos específicos de corte según la edad y el sexo. Basándose en esto se establece que el índice de masa corporal entre el 85 y 95 en dicha tabla padece sobrepeso. Por encima del umbral de 95 hablamos ya de obesidad.
Puede estar causada por una enfermedad genética, endocrina… pero en el 99% de los casos no es así. Contribuyen factores ambientales como:
- -Una mala dieta y/o sedentarismo.
- Genético, si los padres son obesos los niños tienden a serlo.
- Psicológicos, por ejemplo, cuando se trata la comida como una recompensa.
Esta enfermedad conlleva a padecer otras enfermedades:
- La hepatitis Tipo 2.
- Hipertensión arterial.
- Niveles altos de colesterol.
- Problemas en huesos y articulaciones.
- 5.-Desánimo, cansancio, fatiga, decaimiento…
- Baja autoestima, aislamiento social.
- Trastornos que derivan en bulimia y anorexia.
Éstas son algunas de las consecuencias que el exceso de peso en niños supone. Cuando nuestro hijo es obeso mejor que ponerle a dieta es enseñarle a comer alimentos sanos, realizar actividades físicas que le agraden y eliminar el tiempo excesivo que pasan delante del televisor u ordenador. Esto SI contribuirá a disminuir su obesidad y no se sentirá obligado a realizar dietas que en esa temprana edad no terminan por entender.
Tenemos que enseñarle hábitos alimenticios saludables, de esto somos responsables los padres.
Debemos ayudar a nuestro hijo y para ello, algunas de las normas que debemos seguir son las siguientes:
Normas a seguir
- a) El desayuno debe ser completo sin bollería industriales.
- b) En la merienda optaremos por darles fruta, lácteos o bocadillos.
- c) Se deben de evitar los refrescos azucarados.
- d) Se debe fomentar el consumo de frutas y verduras.
- e) Siempre que se pueda hay que comer en familia para saber qué come y cuánto.
- f) Los alimentos no se utilizarán como recompensa o castigo.
- g) Conviene que haga ejercicio diario y no pase tanto tiempo viendo la televisión, ordenador,…, o actividades que fomenten el sedentarismo
- h) Se debe evitar que piquen fuera de las comidas.
- i) También tenemos que enseñarles a masticar despacio.
En iNutralia, somos conscientes de esta situación y de los problemas que aportan tanto físicos como psíquicos.
Por esta razón iNutralia ha realizado este escrito para que todos nos demos cuenta cuán peligroso puede ser. En iNutralia sabemos que esto no es un juego de niños que el problema es muy serio ya que actualmente ha subido el porcentaje de niños obesos, debido a lo anteriormente explicado.
iNutralia no quiere dar una clase magistral sólo que seamos TODOS consciente de lo que hay alrededor de este gran problema.
Tags: salud
Trackback from your site.
