Hoy hablamos de un ingrediente poco conocido en la gastronomía española su sabor entre dulce y suavemente picante, le da un toque especial a los platos. Ya sea consumido crudo o cocinado da un toque diferente a nuestras recetas.
De piel morada y carne blanca, por su gran contenido en agua tiene un bajo contenido en calorías, además es fuente de vitamina C y compuestos azufrados ambos con poder antioxidante, también contiene cierta cantidad de hierro y yodo.
Los rabanitos tienen efecto diurético y digestivo, dado que aumentan la secreción de bilis en el hígado, y facilitan el vaciamiento de la vesícula biliar, todo ello gracias a los compuestos azufrados.
Ingredientes para 4 personas:
Preparación:
Lava muy bien los rabanitos eliminando los restos de hojas, córtalos por la mitad y reserva.
Limpia las espinacas y trocéalas ligeramente.
Pocha en una sartén la cebolla bien picada y el ajo majado, añade la espinaca y saltea ligeramente, salpimienta y retira del fuego.
Forra un molde apto para horno con la lámina de masa quebrada o de hojaldre. En el caso de usar la masa quebrada, pincha la masa con un tenedor y mete al horno precalentando a 200ºC durante 10-15min. En el caso de usar hojaldre, una vez forrado el molde pincha la superficie y además, pon un papel de horno encima, y sobre el mismo distribuye garbanzos secos suficientes para cubrir todo el área, así evitamos que suba. Una vez cocinada retira el papel con los garbanzos.
Una vez fría la base, rellena con la mezcla que hemos preparado, y dispon encima las mitades de rabanitos. Vierte encima de toda la mezcla la leche evaporada mezclada con el huevo batido salpimenta.
Hornea a unos 200ºC durante 30-35min o hasta que se vea la superficie dorada.
Puede tomarse fría o caliente.
Imagen: allotment2kitchen