Entre los platos característicos de Semana Santa se encuentra el potaje, un guiso tradicional en el que se mezclan varios ingredientes, con legumbres y una base caldosa.
Debido a la prohibición del cristianismo de no tomar carne los viernes de cuaresma, el potaje de vigilia tiene como ingrediente además de verduras y legumbres, un pescado, en este caso bacalao seco.
Ingredientes para 4 personas:
Preparación:
Ponemos en remojo dos días antes el bacalao, cambiando el agua de remojo al menos 3-4 veces durante el proceso para desalarlo bien. Por otra parte, la víspera, ponemos en remojo los garbanzos en agua templada.
Al día siguiente, lavamos los garbanzos y los ponemos a cocer a fuego fuerte en una olla rápida, exprés o a presión junto con los ajos y el laurel. Cerramos la olla y cuando comience a expulsar vapor, bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocinar durante unos 15 minutos.
A parte, calentamos en una sartén un poco de aceite y sofreímos la cebolla muy bien picada y un diente de ajo. Una vez pochado, retiramos del fuego y añadimos el pimentón, removemos bien. En otra sartén con abundante aceite, freímos una rebanada de pan y la añadimos al sofrito anterior junto a la yema del huevo cocido, y lo trituramos todo.
Incorporamos el sofrito a la olla con los garbanzos junto con el bacalao desalado y las espinacas limpias. Ponemos a cocer con la olla abierta aproximadamente 20 minutos.
La clara del huevo duro, podemos picarla finamente para que cada uno se eche al gusto en la mesa.
Truco: Si usas espinacas frescas, lo aconsejable es escaldarlas unos minutos en agua salada para que queden tiernas. Si son congeladas, es suficiente con descongelarlas a temperatura ambiente unos minutos antes.