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Por una vida más activa

Por:Cristina Vallespín Escalada | 20/04/2015

 

Nuestros genes están programados para llevar un estilo de vida activo, es decir la naturaleza del ser humano no es estar sentado todo el día, y la vida actual que llevamos no nos facilita para nada la labor: la mayoría de los trabajos hoy en día son de oficina, salvo el sector productor, lo que conlleva estar sentado delante del ordenador durante 8 horas seguidas. Si a esto le sumamos que utilizamos el coche para desplazarnos, que cuando llegamos a casa nos sentamos a ver la televisión y que los fines de semana preferimos descansar tranquilamente en casa...

 

Según nos hacemos adultos, salvo algunas excepciones, nuestra actividad física va disminuyendo considerablemente. Cuando somos pequeños nos pasábamos el día jugando (aunque es cierto que cada vez priman más los juegos sedentarios con las tablets y videoconsolas en lugar de salir a la calle a correr, pero ese es otro tema), en el colegio teníamos unas cuantas clases de gimnasia, por no mencionar los recreos corriendo y, si te quedabas en el comedor, comías a toda prisa para poder salir a jugar más. Luego las clases extraescolares de futbol, baloncesto, voleibol, ballet, etc., y los fines de semana seguíamos jugando en la calle. Además, siempre que fuera posible, nuestro método de transporte eran nuestras propias piernas. Sin embargo, cuando somos adultos todo eso se olvida, nuestro “recreo” es tomar un café rápido para seguir luego sentados trabajando, nuestro medio de transporte es el coche o los autobuses, trenes o metro.

 

De todos es sabido que para mantener una vida saludable y mantener un peso adecuado, uno de los pilares básicos es tener un estilo de vida activo. No es necesario apuntarnos a un gimnasio y darnos una paliza para conseguirlo, por ello, desde iNutralia queremos daros unos pequeños tips para que no os cueste tanto.

 

No queremos caer en el tópico de mencionar aquellos trucos que ya conocéis de memoria como por ejemplo, dejar el ascensor y procurar subir y bajar las escaleras, intentar no usar tanto el coche y bajarte una parada o dos antes de la vuestra o sugeriros salir a caminar al menos 30 minutos todos los días.

 

A nivel de oficina, un buen método para concienciarnos del tiempo que estamos sentados es el uso de una alarma. Probar a poneros una alarma cada hora-hora y media y, cuando suene, levantaros a dar unos pasos, aunque sea id al baño y volver, nos os robará demasiado tiempo pero interrumpirá la inactividad. Otra opción es tener una botella de agua al lado y dar pequeños sorbos de vez en cuando, de esta manera no sólo estaréis hidratados sino que además os tendréis que levantar ya sea para rellenar la botella o con ganas de ir al baño. Por otra parte, en lugar de hablar con los compañeros a través del teléfono (o gritando) lo mejor es levantarse y desplazaros hasta su mesa.

 

Asimismo, la silla puede ser una aliada y ayudaros a ejercitar, probad a subir y bajar las piernas, para tonificar los cuádriceps; dar pequeños círculos hacia fuera y hacia dentro cuando estén las piernas en el aire; contraer los glúteos, sin levantaros, y al mismo tiempo contraer el abdomen para reforzar ambos músculos.

 

Cuando os toméis un descanso, en lugar de ir a la sala de descanso a tomaros un café, preparároslo pero iros a dar un pequeño paseo.

 

Utilizar los fines de semana para realizar un descanso activo, salir a hacer excursiones, visitar sitios nuevos, ir al campo o la montaña, o si preferís quedaros en casa, aprovechad para ejercitaros mientras hacéis las labores del hogar, aunque no lo parezca limpiar pone en movimiento múltiples músculos de nuestro cuerpo, y si ponemos la música que nos anime y de vez en cuando nos haga bailar, mejor que mejor. Incluso si os podéis permitir el gasto, apuntaos a cualquier actividad que os emocione, quizá sea el momento de retomar aquellos partidos de tenis con los amigos o aprender a patinar como siempre has deseado o volver a acercarte a la hípica.

 

Nunca es tarde para volverse activo y combatir el sedentarismo que cada vez más se nos impone.

 

Imagen: en bici por Madrid