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Ponle agua a la vida

Por:Jorge Ibarra Morato | 23/03/2015

 

Bien es sabido que una correcta hidratación es importante, pero nos podemos preguntar el por qué de esta afirmación. La respuesta es sencilla, por ello desde iNutralia os queremos contar la importancia del líquido elemento en nuestra alimentación, sin agua no hay vida, ya que todos los procesos biológicos requieren de hidrógeno y oxigeno para que se puedan realizar. Nosotros, no somos menos, ya que el agua cumple múltiples funciones en nuestro organismo, si queremos que nuestro "motor" funcione a la perfección, hay que mantenerlo bien hidratado.

 

El agua constituye entre el 50 al 70% de nuestro peso corporal, siendo el valor máximo referente a los recién nacidos, con el crecimiento y el paso de los años, el porcentaje de agua va disminuyendo, pero no por ello su importancia. Para ver la importancia del agua en la vida, nuestro organismo sólo puede sobrevivir 5 días sin incorporar ningún líquido a nuestro cuerpo.

 

Esto es debido como ya he comentado anteriormente, por las múltiples funciones que ejerce el agua en el cuerpo, que son:

 

  • Forma parte de los líquidos corporales: la gran parte de la composición de la sangre, la orina, la saliva, etc. es agua.
  • Función metabólica: el agua sirve de medio para que se produzcan gran parte de las reacciones químicas que nuestro organismo realiza, tales como aprovechamiento de nutrientes, paso de sustancias a las células, etc.
  • Función de trasporte: al formar parte de los líquidos corporales, sirve como medio de trasporte  para nutrientes, sustancias de desecho etc.
  • Función termorreguladora: nuestro cuerpo debe mantener una temperatura constante de aproximadamente 36oC, cuando esta temperatura aumenta por la práctica de ejercicio físico, hace mucho calor, la humedad es alta, nos encontramos en un estado febril, sudamos, esta pérdida de agua del organismo sirve para que el sudor regule la temperatura, crea una película sobre la piel que irá enfriando nuestro cuerpo para volver a los 36oC.
  • Función protectora y amortiguadora: el agua también sirve para proteger los órganos y articulaciones, se encuentra  en la médula espinal o en el cerebro, amortiguando posibles golpes, además se encarga de la lubricación de articulaciones y otros tejidos, como por ejemplo en las rodillas para realizar el movimiento de la pierna.
  • Función reguladora: se encarga de mantener el correcto equilibrio entre el agua y electrolitos como el sodio, potasio, cloro, etc.

 

Para mantener un equilibrio entre las ingestas y pérdidas de agua, se recomienda un consumo de entre 1.5 y 2 litros de agua, esta cantidad es la necesaria para que todas las funciones que hemos visto anteriormente puedan ser llevadas a cabo por el organismo. Aunque esta recomendación puede variar si las pérdidas son mayores, como en el caso de sufrir mayores pérdidas de agua, tales como:

 

  • Temperatura ambiente: en climas cálidos y húmedos, tendemos a sudar más para mantener la temperatura corporal, por lo que las pérdidas de agua pueden ser mayores.
  • Enfermedad: en procesos febriles, vómitos, diarrea, etc., las pérdidas de agua son altas, y por tanto, las recomendaciones aumentan.
  • Actividad física: al realizar cualquier tipo de actividad, el calor corporal aumenta, y para mantener la temperatura estable entre los 36 y 37oC aumentan las pérdidas de agua por sudoración.

 

En estos casos, las necesidades van a aumentar y debemos mantener una buena hidratación en todos los casos, y beber aunque no se tenga sed. La sed es una alarma para avisarnos que el cuerpo necesita agua, aunque, la sensación de sed aparece cuando ya estamos deshidratados, es decir, no aparece hasta que las pérdidas de agua rondan el 1%, parece un porcentaje pequeño, pero si no bebemos los síntomas y problemas pueden ser mayores, ya que en una pérdida del 2% se reduce el rendimiento y la resistencia, y con pérdidas del 5% en adelante, pueden aparecer síntomas como aceleración del ritmo cardíaco, apatía, vómitos, espasmos musculares y por último un shock.

 

Cada verano con el aumento de las temperaturas, el Ministerio de Sanidad, publica recomendaciones sobre la hidratación dedicada a los niños y los ancianos, esto se debe a que estos colectivos la sensación de sed no está bien desarrollada en el caso de los niños, o se va perdiendo como en el caso de los ancianos, haciendo de ellos un grupo de riesgo que pueden sufrir deshidratación.

 

Por ello, es importante el agua en nuestra vida, pero no sólo lo vamos a encontrar en el líquido elemento, pero hay otras bebidas y alimentos que también deben tenerse en cuenta por su aporte de vitaminas, minerales y agua.

 

Las verduras y hortalizas en forma de ensaladas, verduras cocidas… están llenas de agua, vitaminas, minerales y fibra, y como siempre nos dicen en las recomendaciones generales, deben estar presentes en cada comida. Las podemos preparar también en forma de sopas o cremas.

 

Los refrescos y los zumos envasados no deben tomarse o beber como sustitutos del agua y debemos alejarnos en cierta medida de ellos por su alto contenido en azúcar, lo mejor son los zumos naturales de frutas de temporada, polos caseros, granizados y licuados de vegetales,  perfectos para evitar la deshidratación.

 

Los lácteos también nos ayudan a combatir la deshidratación, ya que tienen un gran porcentaje de agua, a excepción de los quesos curados.

 

No debemos olvidarnos de las gelatinas, como postre son una opción para los que les cuesta beber agua.

 

No obstante, debemos tener especial cuidado con los alimentos ricos en sal, ya que el sodio hará que nos deshidratemos y necesitemos más agua.

 

Imagen: European Hydration Institute.