Tradicionalmente, las plantas con propiedades medicinales se han consumido en infusión, desecadas, o condimentando recetas con el fin de prevenir, curar y paliar algún tipo de sintomatología relacionada en muchos casos con alteraciones gastrointestinales.
Hoy en día sabemos mucho sobre los componentes activos de estas plantas que tienen la capacidad de poder calmar síntomas de manera natural, pero no siempre está indicado su consumo.
En el caso del periodo de lactancia, son muchas las sustancias que pueden perjudicar la salud del bebé o interrumpir la producción de leche. Estas sustancias se clasifican en diferentes niveles según el riesgo que pueden tener para el lactante en caso de que la madre las consuma:
- Nivel 3 (Riesgo muy alto): En este nivel se clasifican las sustancias cuyo consumo supone un riesgo muy alto para el lactante. Debido a sus características, la ciencia demuestra hasta el momento, que tienen alta probabilidad de producir toxicidad en el lactante o ser perjudicial para la lactancia por inhibición de la misma. Por ello, son sustancias contraindicadas en este periodo. Entre ellas destacan algunas de uso más común en nuestra cultura, como el anís estrellado y otras menos frecuentes, entre las que destacan el agracejo, caulófilo, coloquíntida, cornezuelo centeno, jin bu huan, kava, nuez vómica y pigeum africano.
- Nivel 2 (Riesgo alto): En este grupo, se engloban sustancias que podrían provocar efectos adversos moderados sobre la lactancia o en el lactante debido a las características físico-químicas y de absorción, distribución y eliminación que hacen muy probable la aparición de efectos adversos. En este grupo se engloban ya sustancias más utilizadas en España, como la albahaca, alfalfa, amapola, boldo, cola de caballo, comino, efedra, eucalipto, fucus, hinojo, lúpulo, nuez moscada, poleo menta, regaliz, romero, salvia y té de hierbas.
- Nivel 1 (Riesgo bajo): A este nivel el riesgo es menor, pero no por ello menos importante. Son sustancias cuya ingesta se considera que podría provocar efectos adversos muy leves sobre la lactancia o el lactante. Entre estas sustancias se encuentran: anís, borraja, cascada sagrada, diente de león, equinácea, espino blanco, ginkgo, guaraná, hierba luisa, mate, onagra, pasiflora, saúco, soja, té y valeriana.
Son productos moderadamente seguro, no obstante, se recomienda tener en cuenta la dosis, el horario de consumo, tiempo de administración, edad del lactante…
- Nivel 0 (Riesgo muy bajo): Las sustancias clasificadas en este nivel, tienen seguridad de consumo demostrada para la lactancia y el lactante. Se trata de sustancias seguras, compatibles con la lactancia, según la evidencia científica demostrada hasta el momento. Entre ellas destacan: achicoria, alcachofa, arándano rojo, bromelina, canela, cardo mariano, castaño de indias, cilantro, esteviol, jengibre, laurel, lecitina, manzanilla, melisa, menta, rábano, rooibos, sen, sésamo, tila y tomillo.
Si te preparas para la lactancia o eres mujer lactante, es importante que conozcas que sustancias pueden producir efectos dañinos sobre tu bebé, no sea que por prevenir o tratar un resfriado, mejorar la calidad del sueño o padecer malas digestiones, dañemos la salud del bebé.
Para más información, te recomendamos que consultes en e-latancia.org
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