La carne de pavo se considera una carne magra que tiene incluso una menor concentración de grasa y colesterol que la carne de pollo, siempre y cuando se consuma sin piel. Su importancia radica en la calidad de sus proteínas, de alto valor biológico, es decir, podemos encontrar todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita y no puede fabricar por sí mismo. Esto hace que la carne de pavo sea un alimento aconsejado para niños en crecimiento y personas mayores; por otra parte, al ser una carne de fácil digestión y baja en grasas también es apta para cualquier dieta terapéutica, especialmente de adelgazamiento.
En cuanto a micronutrientes, cabe destacar que el pavo es rico en minerales como magnesio, potasio, fósforo, zinc y selenio, y vitaminas del grupo B, destacando la vitamina B6 y B12, y una pequeña cantidad de ácido fólico.
Ingredientes para 4 personas
Preparación
Lo primero que vamos a tener que hacer es, la noche anterior, poner los garbanzos en remojo. Al día siguiente los cocemos durante una hora, hasta que se ablanden. Escurrimos y reservamos.
En un cazo calentamos el caldo de pollo casero. Por otra parte, cogemos una sartén, y con un poco de aceite salteamos el arroz unos segundos; a continuación, añadimos el caldo caliente y dejamos cocer durante 15 minutos hasta que esté en su punto.
Mientras cocinamos el arroz, ponemos otra sartén al fuego y salteamos el pavo fileteado y salpimentado, durante alrededor de 5 minutos. Sacamos del fuego y reservamos.
Cortamos la cebolla en juliana y las zanahorias en rodajas y, en la misma sartén donde hemos cocinado el pavo, ponemos un poco de aceite de oliva y añadimos la cebolla y zanahorias. Dejamos cocinar durante un par de minutos y espolvoreamos con comino, canela y pimentón. Cocinamos otros dos minutos, removiendo constantemente para que las especias no se quemen. A continuación, incorporamos la salsa de tomate casera y removemos durante unos minutos; añadimos el pavo y mezclamos todos los ingredientes. Echamos el agua, la ralladura de un limón y las pasas, y dejamos que hierva a fuego lento durante 10 minutos.
Por último, incorporamos los garbanzos (previamente lavados bajo el grifo de agua fría), un poco de cilantro y una cucharada de zumo de limón, dejamos que se mezclen todos los sabores y servimos sobre una cama de arroz blanco.
Imagen: chopchopgo.com