
Un reciente estudio científico ha evidenciado que el mercurio no es tan tóxico como se creía hasta ahora cuando está presente en el pescado azul. Actualmente, a través del consumo de pescado azul ingerimos grandes cantidades de mercurio, neurotóxico muy potente, de ahí que la recomendación actual de consumo de pescado azul (emperador, salmón, bonito, etc.) se sitúe en 1 vez a la semana, dentro de las 3-4 raciones recomendadas de pescado en total, con especial cuidado en su consumo en mujeres embarazadas y niños de corta edad.
El estudio, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, se ha realizado en las islas Seychelles, donde la población sigue una dieta caracterizada por un alto consumo de pescado, para analizar la exposición al mercurio, bajo su forma química de metilmercurio. A lo largo de 30 años se estudiaron 1.265 parejas (madre e hijo), y los niños fueron observados hasta cumplir los 20 meses de edad. Antes, durante y tras el embarazo, las mujeres consumieron una media de 8,5 raciones de pescado a la semana (muy por encima de lo habitual en España) y se les midió el nivel de metilmercurio en sangre, además de realizar diferentes pruebas para evaluar el desarrollo neurocognitivo y capacidad motora de madres e hijos.
Con todos los datos obtenidos, se llegó a la conclusión de que no existía ninguna relación entre la presencia en metilmercurio en la madre, desarrollo fetal y alimentación de ambos procedente del pescado azul, y el desarrollo neurocognitivo de los niños. Pero, ¿cuál puede ser la razón? Por los resultados obtenidos, los niños de madres con niveles más elevados de omega 3 (procedente del pescado) presentaban mejores resultados en pruebas neurológicas, y los niños de madres con mayor concentración de omega 6 (presente en carnes y aceite vegetales como soja o palma), tenían peores resultados en sus habilidades motoras.
Se cree que la relación entre el metilmercurio y el omega 3, el primero sustancia inflamatoria y la segunda antiinflamatoria, se contrarrestan de algún modo. La clave debe estar en un equilibrio de consumo de pescado azul, para un correcto desarrollo fetal. Sin tener en cuenta el resto de alimentación de esta población, en la que diferentes culturas han hecho que su gastronomía sea rica en especias, frutas y verduras.
En definitiva, se necesitan más estudios para constatar estos resultados. Los expertos afirman que los efectos beneficiosos del omega 3 son mayores que los perjuicios del metilmercurio, pero habría que observar si en otras sociedades más contaminadas, en las que se puede tener un mayor nivel de metilmercurio en sangre, los resultados pueden ser iguales, sumando que en nuestra sociedad no se llega a un consumo de pescado tan elevado.
No obstante, a pesar de todo, con este estudio no hay suficiente peso para cambiar las recomendaciones actuales de consumo de pescado azul.
Fuente: http://ajcn.nutrition.org
Imagen: taringa.es