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Los edulcorantes, de los naturales a los sintéticos

Por Jorge Ibarra Morato | 09/02/2015

 

Hoy en iNutralia vamos a hablar sobre la controversia entre endulzantes y edulcorantes. Éstos son sustancias que se agregan a los alimentos para mejorar sus características sensoriales, entre las que destacan el dulzor.

 

Entre los endulzantes podemos encontrar varios tipos que son:

 

  • Azúcares: son de origen natural. En este grupo encontramos el azúcar, dextrosa, miel, etc. Son sustancias que son capaces de aumentar la glucosa en sangre, es decir, que tienen un aporte de índice glucémico, y aportan por ello un mayor número de calorías.
  • Polialcoholes: se usan en productos hipocalóricos o bajos en calorías, ya que su aporte en calorías es bajo, una de sus características es que no producen caries dentales. Entre ellos encontramos el sorbitol, xilitol, manitol, lactitol, etc.
  • Otros edulcorantes: pueden ser de origen natural o sintético.

 

Dentro de los edulcorantes de origen natural podemos encontrar la estevia y la sucralosa.

 

La estevia procede de una planta de su mismo nombre y su consumo desde hace poco tiempo tiene un gran número de adeptos. Muchos de los usos de la estevia son conocidos, como edulcorante de mesa, en bebidas, en dulces, en mermeladas, entre otros. Pero hay que fijarse bien en los que se comercializan bajo el nombre de estevia, ya que en la mayoría de los casos, la cantidad de estevia es pequeña, y suele ir unida a otros edulcorantes.

 

Por otro lado, la sucralosa es un derivado de la sacarosa, es aproximadamente 6 veces más dulce que el azúcar. Si se consume en cantidades muy elevadas, por encima del consumo recomendado, estudios en animales sugieren su relación con algunos tumores.

 

No todo es natural, la gran parte de los que podemos encontrar en el mercado son de origen artificial o sintético, de los que destacan los 3 más conocidos, la sacarina, el aspartamo y el ciclamato.

 

La sacarina es uno de los edulcorantes más antiguos que existen. Sus usos son múltiples y se emplea en bebidas instantáneas o refrescantes, zumos, productos lácteos, dulces, repostería, conservas, pasta de dientes o productos farmacéuticos.

 

Con frecuencia en la actualidad se comercializa unido con aspartamo o ciclamato.

 

El aspartamo en ocasiones se consume bajo el nombre de sacarina, es un polvo blanco e inodoro con un poder endulzante 200 veces mayor que el azúcar. Resalta e intensifica los sabores, especialmente de los cítricos y de varias frutas. Se usa sobre todo en bebidas refrescantes, bebidas no carbonatadas, postres, edulcorantes de mesa en polvo o en pastillas, chicles, etc. Aunque no debe ser consumido por personas que padecen fenilcetonuria, ya que contiene fenilalanina, un aminoácido que puede ser letal para estas personas.

 

Por último, encontramos el ciclamato, que se encuentra en numerosos productos, especialmente en combinación con otros endulzantes bajos en calorías, como hemos visto en la sacarina, ya que ayuda a potenciar el sabor de ambos compuestos. Sus usos más comunes son como edulcorante de mesa, en bebidas instantáneas, en confituras, mermeladas, postres, productos farmacéuticos, entre otros.

 

Otros endulzante que podemos encontrar y hemos mencionado anteriormente, son los polialcoholes, muy usados en la fabricación de caramelos y chicles sin azúcar, un alto consumo de los mismos pueden provocar diarrea; algunas frutas como las ciruelas poseen polialcoholes, por ello, un alto consumo de las mismas tiene propiedades laxantes.

 

A modo resumen, y para saber qué tipo de endulzante o edulcorante usamos, debido a la controversia que existe, sobre todo con los edulcorantes sintéticos y los posibles efectos que sugieren que tienen relación con algunos tipos de cáncer, las autoridades sanitarias han descrito una serie de recomendaciones en su consumo. Aplicando para cada edulcorante una cantidad recomendada que sería inocua para el consumo humano.

 

En Europa, la  Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), lleva un control exhaustivo para conocer los riesgos que pueden producir grandes ingestas de este tipo de alimentos. Pero es el consumidor quien tiene la última palabra sobre qué producto comprar, aunque, es importante seguir las pautas que el fabricante nos da en la etiqueta del envase para no correr ningún tipo de riesgo.

 

Imagen: terra