
Si hablamos de histamina tenemos que hacer referencia a la denominada “falsa alergia”. Pero, ¿qué es una “falsa alergia”? Se refiere a cuando se desencadenan una serie de síntomas de cuadro de reacción alérgica, como son picor en boca, garganta y piel; pero en realidad su causa es otra. Cuando esto ocurre, lo primero que hacemos es acudir al médico para tratar la reacción, y generalmente lo que se produce es un diagnóstico erróneo.
La histamina es una amina biógena, sustancia que se origina de manera natural, con gran poder vasodilatador, y que se libera en las reacciones alérgicas. Pero además de estar en el organismo, se puede encontrar en carnes y pescados que han sufrido la acción de ciertas bacterias, que producen el deterioro de los alimentos, la putrefacción.
También hay histamina en quesos, vinos, embutidos, conservas y semiconservas de pescado, producida por la maduración que sufren estos alimentos. A parte de las personas que son intolerantes a la histamina, se pueden dar intoxicaciones leves en individuos que tomen alimentos con altas concentraciones en la misma, aunque en pocos casos se dan reacciones graves.
Cuando se toma una gran cantidad de histamina, nuestro organismo libera aún más, y se acumula en la sangre, ocasionando picores y quemazón en la piel, dolor de cabeza, taquicardias, asma, náuseas, etc. Si aparecen síntomas por una intolerancia a la histamina, normalmente no se puede culpar a un único alimento (como ocurre con la alergia), sino a la ingesta de diferentes alimentos con cantidades variables de histamina.
Hay individuos que desarrollan intolerancia a la histamina mientras toman medicamentos que inhiben la actividad de la enzima DAO. Por lo que sufrirán síntomas aun tomando alimentos con bajos contenidos en la misma, este efecto es más común en mujeres y en niños. Por otra parte, hay alimentos que colaboran a una mayor absorción de histamina, con el consiguiente aumento del mismo en sangre. Como tratamiento en personas con intolerancia a histamina se recomienda una dieta baja en la misma, evitando los alimentos con mayor concentración de la misma. Por desgracia, hoy en día no se especifica la cantidad de histamina en el etiquetado de los alimentos, por lo que sólo queda tener cuidado con los alimentos que de forma general sabemos que son más ricos en ella.
Imagen: 30kilos